lunes, 22 de septiembre de 2008

100 x 100 Calamaro

"El salmón" y "Los chicos" fueron las encargadas de abrir la actuación estrella del Metrorock celebrado el sábado en Madrid. Sin pausa alguna, le siguió "Tuyo siempre" y "Mi gin tonic". Tal cañonazo de presentación hizo que para cuando el argentino quiso parar para lanzar su "¡Buenas noches Madrid!" ya nos tenía a todos en el bolsillo.

Guitarra en mano, lejos de su escondite habitual tras los teclados y haciendo algún que otro malabar con el soporte del micrófono, el imponente Andrés se mantuvo al frente de la gran banda de rock que ha formado para esta gira. Junto al habitual bajo de Candy Caramelo, con el que llegó incluso a hacer un dúo con el tema "Elvis está vivo", se rodeó de la potencia de 3 guitarras más, las de Julián Kanavdky, Diego García y Geni Avelló y los inconfundibles y clásicos Niño Bruno a la batería y Tito Dávila ante los teclados.

Fueron más de dos horas del mejor Calamaro (él quería tocar tres horas, los organizadores le dijeron que dos), que semioculto detrás de sus gafas de toda la vida, demostró estar en uno de sus mejores momentos, disfrutando de cada segundo de la noche y repartiendo caña a diestro y siniestro con un repertorio minuciosamente seleccionado, en el que no faltaron grandes clásicos de Los Rodriguez como el "Canal 69" y "Sin documentos", viejos temas como "Estadio Azteca", "Crímenes perfectos", "Chicas", "Loco", "Me arde", "Flaca", "Alta suciedad"... y unos cuantos más de su último álbum "La lengua popular" entre los que sonaron "Los chicos", "Carnaval de Brasil" y "Soy tuyo". También estuvo allí Jaime Urrutia para interpretar con él "Cuatro rosas" e incluso hizo un hueco para un par de tangos con la única compañía de Tito Dávila a los teclados.

Un concierto vibrante, emocionante, definido, claro, elegante y perfecto en el que toda la familia de salmones nos entregamos de principio a fin, desde que el gran Andrés pisó el escenario hasta la última nota de "Paloma" que una vez más tocó la fibra y puso el broche final a una noche inolvidable.

Dice Calamaro en su blog que las críticas del concierto de Madrid son una avalancha de los mejores cumplidos que pueda soportar un músico, digo yo que eso será porque se lo ha ganado.

Melancolía, felicidad y muchas ganas de volverle a ver, con la sensación de que todavía tenemos Calamaro para rato.

Andrés, ¡eres un fenómeno!


Enamorado y padre reciente, se le ha puesto un cuerpo de rockero maduro que ha pasado lo suyo y ahora se ríe hasta de su propia planta.

El País, en referencia al concierto.

Andrés Calamaro, en lo alto del cartel, ya no tiene incertezas en lo que a conciertos se merece, y su banda, de rock atacado y cañero, arrancaron de todos los allí reunidos todo tipo de 'oe, oe, oe' y ovaciones.
El mundo, en referencia al concierto.

No es que sea un Fred Astaire al baile, pero se mueve con la tosca autenticidad de rockeros como Springsteen.

El País, en referencia al concierto.

Ya es historia aquel delicado inicio de siglo en el que perdió el gusto por el escenario. El A.C. del tercer milenio es un roquero maduro y padre orgulloso que disfruta de uno de los momentos más interesantes de su carrera.
El País, en referencia al concierto.



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