El día que me atreva doblaré los barrotes de mi alma y saldrá volando libre como en los sueños. Me arrancaré el lastre de dudas y temores que tanto pesa y al fin, viajaré ligera y segura camino a la gloria.
El día que me atreva seré una tía increíble. En mi idioma no existirá la palabra miedo y resucitaré a la que un día conociste. Me miraré al espejo y me sorprenderé de lo grande que soy, y cuando lo haga voy a descojonarme de todo lo que he envidiado porque tendré más poder en mis manos de lo que nunca me atreví a imaginar.
Voy a cumplir todos mis sueños el día que me atreva.
Y es que ese día pienso quererte hasta que te merezca. Hasta devolverte los intereses del préstamo a plazo fijo de tu amor y la hipoteca de tu paciencia.
Ahora que lo pienso, no se porque sigo esperando, hoy podría ser el día que me atreva.
1 comentario:
Siempre has sido una tía increíble. Lo sigues siendo y lo seguirás siendo. Con barrotes o sin ellos.
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