martes, 10 de junio de 2008

Hasta aqui hemos llegado

Ya está bien de tanta indecisión. Los años me han acostumbrado a la rutina del día a día, y su inercia ha terminado por agradarme más que esa espontaneidad de antes. Ya no me emocionan las sorpresas. No me hacen gracia.
Por eso no soporto que una mañana te levantes con una cara tan gris que me produce escalofríos por todo el cuerpo, y al día siguiente con otra tan brillante que hace que me derrita en el calor de tus brazos.
Ya no tolero esos cambios de humor alternos, ese vaivén entre la carne de gallina y el bochorno, entre el sofoco y los temblores. No hay quien te entienda.
Está claro que algo ya no funciona. No es esto en lo que habíamos quedado cuando ese vendedor de El Corte Inglés me engañó con su ya es primavera que hizo que me comprase toda esa ropa que aún no me he podido poner.
He aguantado hasta el 40 de mayo para quitarme el sayo, pero ya no te paso ni una más. A partir de mañana me moje o tiemble… saco la ropa de verano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy siento lo mismo, aunque desgraciadamente no se trata de sacar la ropa de verano....hoy, hasta aquí he llegado, hoy guardaré todos los trapos sucios y empezaré a tejer unos limpios...

Corradino dijo...

Joder, ¡qué susto!

Cristina dijo...

Qué bueno. Creo que eso mismo estamos pensando todos. Ya me contarás cómo se te ocurren estas cosas.