...las apariencias engañan.
La otra noche, el exceso de copas me llevó a una de esas discotecas de moda de Madrid donde además de recordar que la edad tiene sus ventajas: nos dejaron pasar a la primera ("anda majete", me hubieran dicho hace unos años de haber aparecido en esas mismas condiciones, tras la quinta copa), también volvieron a mi memoria las viejas imágenes que recordaba de esos sitios en cuyo interior todo el personal pretende tener un aire tan glamouroso que su personalidad termina en una vulgar imitación de cartón-piedra sin identidad: ellas, demasiado inaccesibles, ellos demasiado exhibicionistas... todos demasiado creídos.
Y este anuncio me viene a huevo para expresar mi opinión.
Agencia DDB Bruselas para Deleye.
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