Escondido en el bodegón del barco pirata que navegaba sobre la moqueta, conduciendo el camión de bomberos que se abría camino a toda pastilla entre las patas de las sillas del salón, aguardando pacientemente tras una maceta de mi madre la llegada de la diligencia para asaltarla...
Hans Beck ha pasado tantos momentos entre mis manos, en mis aventuras, esperándome a la salida del colegio, o esperando a que me levantaran el castigo para poder devolverme la ilusión de soñar de la mano de sus muñequitos, que no puedo evitar sentirme un poco más triste que antes de conocer la noticia de su muerte el pasado día 30 de enero, con la que nos quedamos un poco más huérfanos toda una generación.
1 comentario:
Yo era + de airgamboys pero si que es triste que desaparezca el que hizo disfrutar a + de generacion
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